Iglesia de San Francisco

Ubicación:

Balmaceda esquina Eduardo de la Barra, La Serena.

Reseña Histórica:

Es considerada la iglesia de piedra más antigua de la ciudad y uno de los testimonios más importantes de la arquitectura colonial. Nació como un oratorio establecido en el año 1563, cuando la orden de los franciscanos arribó a La Serena. En ese momento se inicia la construcción de la casa conventual y oratorio, ambos edificios fueron construidos en albañilería de adobe y recubiertos con paja o coirón. Los fundadores fueron Fray Cristóbal de Rabaneda y Juan Torralba1. Esta edificación duró poco tiempo ya que era provisoria.

El edificio actual data del año 1590, sin embargo, la construcción no fue terminada hasta el año 1627, luego de más de 30 años de trabajos. Fue levantada por Fray Francisco Medina, Juan Carbero y Francisco Román, en piedra caliza proveniente de Peñuelas Alto. La enmaderación estuvo a cargo de Fray Jorge, quien acudió a la zona costera de Ovalle, hoy llamado Bosque Fray Jorge para conseguir las maderas. Fue construida como una iglesia de planta de cruz latina y sillería de piedra caliza blanca, con frontis barroco, y muros de hasta 1,20 m. de ancho. Se utilizaron arcos de medio punto y contrafuertes.

Pese a que sufrió daños con el terremoto de 1647, es el único templo que sobrevivió a al incendio con que el pirata Bartolomé Sharp invadió la ciudad en el año 1680. El terremoto de 1730 también la dejó con considerables problemas, por lo que fue necesario un proceso de restauración que culminó en 1755. En 1796 otro sismo ocasionó el desplome de la torre, haciendo necesarias nuevas intervenciones.

En 1851, la torre fue ocupada por los revolucionarios, siendo la torre dañada por un bombardeo. En 1870, se reemplaza el techo de tejas por otro de tejuela de madera. En 1878, se renovó la estructura de la torre con construcción de madera, diseñada por el padre Madariaga, imitando al templo de San Francisco en Santiago. Sus antiguas campanas se funden y se realizan nuevas.

El aspecto contemporáneo del templo data en gran medida de 1896, cuando la iglesia fue transformada a tres naves, al unirse las capillas laterales por medio de arcos. Para la restauración del templo y ampliación de su interior, el ingeniero Carlos Frías hizo un estudio para convertir el templo de una sola nave con crucero en uno de tres naves bajo un solo techo, siendo cubierta su nave central con una bóveda de cañón corrido en madera. Esta remodelación fue para ampliarle su capacidad, debiendo al mismo tiempo, aumentarle su altura. Ello obligó a demoler su arco toral y a modificar, por su altura, la fachada. En esta se incorporaron tres puertas simétricas (una falsa bajo la torre, la central y otra en la nave lateral, abierta en ese tiempo.); todo lo anterior en estilo neo-renacentista (inspiración manierista europea, con elementos decorativos de inspiración sudamericana). En esta oportunidad, y con los materiales de loza rectangulares sacadas de las mismas murallas debajo de los arcos existentes, se hicieron nuevos arcos en las naves laterales. De la planta primitiva que formaba una cruz latina llegó a tomar una forma rectangular con la prolongación de las capillas del crucero hasta la torre y hasta la plazuelita frente a la fachada. En 1899, se produjo la inauguración y bendición del templo renovado.

Continuando con la cronología, en 1913 se estuca la torre y la fachada. Otras transformaciones fueron después del terremoto de 1922, cuando se destruye la estructura de la torre del padre Madariaga (levantada en 1878) y se le reemplazó por otra de concreto armado que se inauguró en 1923. En 1950 se replican las vigas mudéjar originales, siendo reemplazadas en la última restauración que tuvo el templo franciscano.

En mayo 1975, ocurrió nuevamente un terremoto en La Serena que dejó al templo con un sesenta por ciento de su construcción destruida, quedando inhabilitada para las funciones del culto y obligando a cerrar la iglesia al público. En octubre 1975, comenzaron los trabajos de demolición de la estructura de la torre de concreto y la remoción de estucos encalados en fachadas e interiores, encontrándose en el muro testero un mural del siglo XVII que representa el bautismo de Cristo. En diciembre de ese año, los arquitectos Gabriel Guarda y Hernán Rodríguez hicieron una propuesta inicial de restauración.

El 14 de diciembre de 1977, el templo de San Francisco fue declarada Monumento Nacional. En ese momento se reabre al culto mientras sigue la labor de restauración. El muro desaplomado del ábside fue reconstruido, mientras que el arco toral y las vigas tirantes mudéjares fueron repuestas por estar con xilófagos (apolilladas). Se reconstruyó también el remate original de la torre sobre los dos cuerpos previamente existentes. En 1994, se logra la restauración total del templo con una nueva fachada y una solución constructiva hacia un patio de acceso lateral donde se situaba la nave derrumbada.

Hoy la iglesia se retira de la fachada continua de su calle, y en su frente hay una plaza con una pileta y una pérgola. Se encuentra junto a ella el Museo de Arte Religioso de San Francisco.

Descripción:

Con una fachada de inspiración manierista europea, tiene elementos del barroco y de la cultura precolombina que le dan un carácter mestizo. Su acceso está enmarcado por una ventana y cuatro pilastras decoradas con recuadros de bajo relieve y ornamentaciones vegetales; mientras que a su costado se alza una torre.

En su interior, destacan sus arcos interiores, sus vigas mudéjar repuestas en la intervención del año 1977, las ventanas originales ubicadas en el muro sur y que son de dimensiones considerablemente menor en relación a las más recientes, piso de cerámica, el coro con vista hacia el altar, un altar mayor y otros laterales, entre diversos elementos referenciales.

Fuente de información:
1. Publicación del Consejo de Monumentos Nacionales
2. Daniela Herrera. Investigación Arquitectónica. Tranes
Fotografías:
1. Daniela Herrera. Investigación Arquitectónica. Tranes
2. Municipalidad de La Serena