Iglesia San Agustín

Ubicación:

Cienfuegos 402, La Serena.

Reseña Histórica:

El actual templo de San Agustín es uno de los grandes templos de piedra del casco histórico de La Serena. Se distingue por su impronta maciza y su estructura de cal y piedra. Fue construido por los jesuitas el año 1672 y aún conserva una capilla con bóveda de piedra del siglo XVIII única en el país.

Luego de la expulsión de los jesuitas de territorios americanos, el templo estuvo a cargo de los agustinos desde el año 1768, periodo en el cual ha sufrido muchas transformaciones e intervenciones. Por ejemplo, en 1798 el cuerpo superior de la torre es derribado por un huracán, siendo reconstruida al año siguiente. En el año 1847, la torre es destruida por un terremoto, encomendándose al arquitecto Jean Herbage su reemplazo por una nueva de madera, siendo terminada tres años después. Esta torre desaparecería en el incendio de 1912, junto a la totalidad de la iglesia.

Eso lleva a la reconstrucción realizada en el periodo 1914-1937 a cargo del ingeniero Eduardo Young, en donde se cambió la planta de cruz griega por un templo de tres naves de igual longitud, los muros de piedra fueron estucados y adornados sus frisos con aplicaciones y molduras de yeso según el gusto de la época.

El ingeniero Eduardo Young se hizo cargo de la creación de planos y del proyecto entre los años 1914 y 1917. Según el padre Avercio Villarejo O.S.A en su libro “La Serena de cenicienta a princesa”, cita lo siguiente: “La Iglesia se esta reconstruyendo después del incendio, será de tres naves, una torre y cúpula; los muros de losa y parte de concreto hasta la altura de 7,5 metros. La nave central, sobre la losa hay un tabique en cemento armado y madera, ya se ha techado la mitad de la nave central con zinc, está estucada con yeso la mitad de la bóveda de lo que esta techado, se ha hecho nuevo y está estucado el coro alto, la puerta principal se a hecho de pino Oregón con adornos tallados”. La nueva reconstrucción de la iglesia cambió la planta de cruz griega por un templo de tres naves de igual longitud, los muros de piedra fueron estucados y adornados sus frisos con aplicaciones y molduras de yeso, según el gusto de la época.

En el año 1940, según otro informe consultado por el padre Villarejo, se da cuenta de la conclusión de la nave central y del arreglo del coro alto, se construyó un altar mayor para la Virgen del Carmen y se arregló y pintó la sacristía de piedra. Sin embargo, todos estos trabajos fueron dañados en el año 1959 cuando se produjo un nuevo incendio. Los trabajos de reconstrucción comenzaron al año siguiente.

El año 1975 ocurrió un gran sismo en la región, el cual provoco severos daños a la mayoría de la infraestructura de la iglesia. Los trabajos de restauración comenzaron en la década siguiente, queriendo devolver al templo la impronta que tenía en la época colonial. En 1985 el arquitecto Pedro Broquedis comenzó con los trabajos de reconstrucción del templo y convento, basándose en primitivos planos y bases históricas del origen de la iglesia. La laboriosa intervención contemplo el asentamiento de bases, el tallado de miles de piedras; la restauración de la fachada, torre, ornamentación interior, la elaboración de diez vitrales y, entre otras obras se afianzaron los muros con columnas y los exteriores fueron cubiertos con piedras calcáreas pulidas y ensambladas por adiestrados canteros locales.

En 1995 se culminaron los trabajos de reconstrucción, con motivo del Cuarto Centenario de la presencia Agustina en La Serena, reinaugurándose el templo con gran solemnidad. A partir del año 2002, la Orden de San Agustín ya no esta en la ciudad de La Serena. Actualmente el templo esta a cargo de la Orden de Agustinos Recoletos, congregación de similar espiritualidad, quienes mantienen el culto y la presencia agustiniana fundada en el siglo XVI.

Descripción:

Según inventario de 1678, la iglesia se describe de un cañón de 47 x 9 ½ varas de alto, 2 capillas laterales de 19 x 9 varas y 9 ½ alto. Todo de piedra labrada. Portada y torre. Sacristía de 16 ½ varas. Techo y bóveda de piedra. Cabe señalar que el término “vara” hace referencia a la unidad de medida de la época y corresponde a 83 cm.

Luego, entre los años 1914-1917 a cargo de Eduardo Young, la reconstrucción de la iglesia cambió la planta de cruz griega por un templo de tres naves de igual longitud, los muros de piedra fueron estucados y adornados sus frisos con aplicaciones y molduras de yeso, según el gusto de la época. En el año 1985, se vuelve a intervenir considerablemente el templo, buscando recuperar la idea original con sus tres naves, sacristía, torre campanario y convento aledaño.

  • Fachada:

Iglesia que se presenta con estilo colonial, con orientación poniente y materialidad de piedra caliza de las canteras de Peñuelas.

  • Nave central y laterales:

Iglesia con muros de piedra, reforzados con pilares de hormigón armados y cemento como material de pega entre elementos. El sector del presbiterio tiene al costado norte una capilla y al costado sur la sacristía de piedra con bóveda de idéntico material.

Originalmente, según registro de los jesuitas, la iglesia poseía dos capillas fuera del cañón principal, cada una con dieciocho varas tres cuarto de largo, nueve y media de ancho y otro igual al cañón referido que tiene tres puerta la una al poniente y las dos de norte a sur, tosas con sus chapas y cerrojos bien tratados como también las dichas capillas cuyos suelos están todos enladrillados y los techos cubiertos de tejas, sobre enmaderación de tijerales sin labrar. Ambas construidas de piedra caliza de las canteras de Peñuelas como todo el templo, reconstruidas en la intervención del arquitecto Pedro Broquedis entre los años 1985 y 1995, comunicadas entre arcos regulares, con el techo con vigas a la vista de madera tipo mudéjar y a dos aguas, con entablado de madera en el cielo y ventanas tipo vitro en sus muros. En cada rincón se contemplan imágenes de santos y vírgenes.

Respecto a la nave sacristía, es la única construcción de la iglesia, y en general de la ciudad, que sobrevivió a través del tiempo, desde su construcción original en 1672, sobreponiéndose al incendio causado por el pirata Bartolomé Sharp, sismos varios e intervenciones mal realizadas. En la última intervención entre los años 1985 y 1995, se reforzó su estructura de bóveda colocando un moldaje en la parte inferior e inyectando hormigón entre las piedras como mortero de pega entre los elementos.

  • Muros de piedra:

Desde su origen, la iglesia se construyo con muros de piedra, y a través del tiempo fue sufriendo diversos daños, pero es entre 1914 y 1917, cuando el arquitecto Eduardo Young intervino los muros consolidando y remodelando la piedra con anclajes de hierro y cementos antisísmicos, los que fueron estucados y adornados sus frisos con aplicaciones y molduras de yeso. Posteriormente, el año 1975 la iglesia queda con severos daños estructurales debido a un fuerte sismo en la zona, pero no es hasta 1985 cuando se recuperan los muros inyectándole cemento como mortero de pega y reconstruyendo su composición original.

  • Interior:

Respecto al coro, se tiene registro de intervenciones y arreglos en los años 1914, 1940 y 1985. Ubicado sobre la parte superior de la mampara de acceso, se accede desde una escalera exterior que se ingresa desde el interior del convento, se percibe dentro del mismo espacio de la nave central, con vigas a la vista, balaustradas de madera, y una ventana cuadrada de grandes dimensiones en el muro poniente de la fachada principal.

La mampara separa a modo de vestíbulo el interior del templo del acceso principal; presenta puertas frontales y laterales de madera y vidrios catedral. En la última intervención entre los años 1985-1995, se recuperaron los arcos de piedra colocando un moldaje e inyectando hormigón entre las piedras como mortero de pega entre los elementos. Debido al nivel de deterioro en que se encontraban las maderas al momento de la última intervención, estas se remplazaron en su mayoría con nuevas cerchas y vijas mudéjar, ya que los agentes xilófagos habían atacado alrededor del 90% de las vigas. El material restante se utilizó en la aplicación de marcos de ventanas y puertas.

Según registro gráfico, la iglesia presentaba cubierta abovedada en la totalidad de su templo, pero en las intervenciones posteriores al terremoto de 1975 se modificó, eliminando su forma y dejando las vigas a la vista y entablado de madera. El piso era originalmente era de madera de pino oregón, pero posteriores intervenciones lo modificaron hasta que actualmente es reconoce de cerámica en tonos rojos en la totalidad de la iglesia.

Todas las puertas pertenecen a intervenciones posteriores, siendo ninguna de ellas originales del inmueble de 1672. El año 1985 se utilizaron maderas reparadas y en su mayoría nuevas, producto de su alto nivel de deterioro producto de incendios, termitas, mala mantención, etc. Las ventanas fueron repuestas en su totalidad luego del terremoto de 1975, en la intervención entre los años 1985-1995. Vestigios de sus vanos y formas quedan expuestos en el registro del arquitecto Pedro Broquedis. A su vez se aprecia la estructura de madera del rosetón que se situaba sobre el acceso lateral norte a la iglesia, el cual lo conservan al interior del patio del convento.

Originalmente la iglesia presentaba tres techos, uno por cada nave, pero luego con las reparaciones posteriores al incendio de 1912 se construyó un solo gran techo que cubría el total de la iglesia. En las últimas intervenciones realizadas por el arquitecto Pedro Broquedis se decidió volver al concepto original y actualmente se contempla cada nave con su propio techo a dos aguas construido con materialidad de tejas de arcilla.

  • Torre campanario:

Según descripción de la iglesia con fecha 1768, se describe la torre de piedra labrada de sillería, en donde se halla cuatro campanas con un reloj nuevo y dos campanas uno para los minutos y otra para las horas. El año 1798 un gran huracán derribó el campanario, luego a raíz del sismo de 1847 la torre fue sustituida, el arquitecto Juan Herbage fue quien la diseñó, pero ésta desaparecería con el incendio de 1912. El edificio fue reconstruido en los años posteriores (1914-1917), pero solo en 1937 fue la construcción de una nueva torre de concreto sobre fábrica de piedra original por el ingeniero Eduardo Young.

La iglesia sufrió nuevamente graves deterioros producto de un fuerte sismo el año 1975, cuyo proceso de restauración fue dirigido por el arquitecto Pedro Broquedis (1985-1995). La primera acción fue la demolición de los cuerpos de la torre de concreto, pues constituía un peligro público y amenazaba la integridad de los transeúntes. Posteriormente se reconstruyo la torre basándose en la idea original de ella, con dos tambores y campanario, de materialidad de hormigón armado y piedra caliza de las canteras de Peñuelas.

Fuente de información:
1. Daniela Herrera. Investigación Arquitectónica. Tranes
Fotografías:
1. Daniela Herrera. Investigación Arquitectónica. Tranes
2. Ilustre Municipalidad de La Serena