
Reseña Histórica:
Los ciclos mineros del cobre y la plata en la región durante el siglo XIX impulsaron el crecimiento de la población y urbanización de la península. Extranjeros provenientes principalmente de Europa y Medio Oriente fueron poblando el sector y conformando el barrio. Empresarios, técnicos e intelectuales llegaron desde Europa para potenciar la riqueza minera de la región y el puerto que la distribuía al mundo.
Robert Owen Parker y Joseph Bradford fueron los arquitectos británicos que levantaron la esencia del Barrio Inglés: sus casonas de dos a tres pisos construidas con pino oregón y la textura ondulada de sus fachadas de latón, arquitectura típica de la época en los puertos del país. Así se siguió la construcción de hoteles, correos, bancos y locales comerciales hasta que en 1922 un tsunami destruyó las construcciones cercanas a la costa y causó la muerte de cientos de personas.
Luego de este incidente, por muchos años la rica arquitectura del Barrio inglés permaneció como un patrimonio dejado a su suerte, hasta que en 2004, el Municipio encabezado por Pedro Velásquez elaboró un plan para proteger, conservar y reflotar la actividad este sector declarado como Zona de Conservación Histórica.
Este plan significó un resurgimiento del sector, lo que incluso fue calificado como su segunda época de oro, convirtiéndose en el epicentro de la bohemia y vida nocturna en la ciudad y en la conurbación.
Sin embargo, actos asociados a la delincuencia, las riñas callejeras, los escándalos públicos y los excesos llevó a que el sector se hiciera una mala fama y las personas dejaran de frecuentarlo, perdiendo su rentabilidad económica para los comerciantes. Además, las administraciones municipales no han logrado reactivarle ni conservar las restauraciones realizadas a principios del siglo XXI, por lo que actualmente se encuentra en cierto estado de abandono.
Igualmente, sus calles siguen siendo un destino interesante para ser recorridas, ofreciéndose recorridos patrimoniales por parte del Municipio y encontrándose diferentes restaurantes y pubs. Para saber de ellos, es recomendable consultar en las redes sociales de turismo del municipio (facebook e instagram).
Descripción:
Entre los atractivos del barrio, se encuentra la Plaza Benjamín Vicuña Mackenna con las esculturas de Hernán Puelma, el Mural, el Monumento a Arturo Prat y el Puerto de Coquimbo.
Igualmente, son especialmente destacables sus calles adoquinadas y sus casonas de dos a tres pisos construidas con pino oregón y la textura ondulada de sus fachadas de latón con sus balcones y fachadas de variados tonos, arquitectura típica de la época en los puertos del país. Muchas fachadas lucen en sus balcones varias estatuas de mujeres, hombres y niños cuyas historias reales recuerdan la época dorada del Barrio Inglés. También existen placas informativas en cada inmueble histórico con una breve explicación de su historia.
Entre los inmuebles más interesantes se encuentra la Casa Amenábar (que funciona como biblioteca y centro cultural), el Club Social, la Casa Virgilio y el Centro Cultural Palace, que ofrece exhibiciones itinerantes de arte. Lamentablemente, la mayoría de los demás inmuebles históricos se encuentran cerrados o en mal estado de conservación, a la espera de los recursos necesarios para su restauración
Igualmente, hay variado arte urbano en forma de murales, como la Línea de tiempo de Coquimbo y el mural Génesis de Coquimbo hasta la actualidad, y de esculturas como las escultruras de Hernán Puelma en homenaje a los inmigrantes ingleses.
Ubicación:
Entre las calles Las Heras, González, Aníbal Pinto y Melgarejo. Coquimbo.
Fuente de información: |
2. Noticia de Diario El Día
Fotografía: |
2. Cleyton Cortés Ferreira